viernes, 26 de septiembre de 2014

Nebula - Other Worlds




"Dicen que para saber hacia dónde vas, tienes que saber de donde vienes.
Si eso es cierto, mi destino sería inalcanzable".

Me llamo Nebula y tengo 26 años, o eso es lo que le digo a todo el mundo, pero en realidad todo cuánto “se” de mi es una mentira. No se quienes fueron mis padres, ni que nombre me pusieron, y mucho menos se en que año nací. Por no saber no sé ni si este fue el mundo en el que nací o llegue aquí de alguna extraña forma. Todo lo que sé es que un día desperté con un terrible dolor de cabeza en medio de un edificio abandonado, con unos ojos azules observándome. Los ojos de Nack, que ha sido mi fiel compañero durante estos últimos cuatro años.
El nombre de Nebula me lo puse yo misma. Sencillamente la primera vez que me preguntaron cómo me llamaba ese nombre apareció sin más en mi cabeza. ¿Un recuerdo de mi vida anterior o sólo una mente rápida? No lo sé. La edad es la que en base a mi constitución y físico calculo que debo tener.  A veces mientras duermo veo imágenes de un mundo verde y azul, lleno de vida y extraños seres que habitan en esa inmensidad verde. Creo que esos sueños son recuerdos de dónde vengo, pero quizás es simplemente lo que quiero creer porque detesto este mundo y no puedo parar de sentir que no pertenezco a él. Es un mundo gris, lleno de edificios oscuros, lleno de miedo y de mentiras, donde cada día es una lucha por tu supervivencia. No es que eso me preocupe mucho, pues he aprendido a ser la mejor en cuánto a supervivencia se refiere, sencillamente estoy cansada de luchar día a día y quiero un poco de tranquilidad y paz. 
Es difícil llegar a forjarte una personalidad fuerte cuando lo que tienes son trozos de un puzzle a medio acabar con piezas que muchas veces no encajan, cuando la otra mitad de tu ser ha sido borrada de tu memoria. Sin embargo, aunque no sé nada de mí,  se bastante bien quién soy. Soy una superviviente, soy una luchadora, y soy alguien con las ideas claras. Eso es algo que nunca podrán quitarme. Pero quizás mi yo anterior, de la que no tengo recuerdos, no era así. Quizás era una cobarde mentirosa como la mayoría de habitantes de este mundo. Cuando pienso en eso me siento mortificada por la idea de haber llegado a ser algo que ahora detesto tanto. 
No me malinterpretéis, yo también he tenido miedo, pero cuándo se vive con miedo una deja de tener vida para sólo tener miedo. Sólo enfrentando esos miedos puedes superarlos, puedes avanzar. Sólo superando el miedo puedes sobrevivir en este mundo. Cuando tenía miedo ni siquiera podía sujetar un arma, mucho menos luchar por mi vida. El miedo se instala en tu mente y te impide hacer nada, pero cuando consigues superarlo, descubres todo lo que eres capaz de hacer. Ese es el único truco para sobrevivir, no temer a la muerte. Aunque debo confesar que en mi caso hice trampas, sin ser consciente de ello. En el momento en que supere mi miedo, mi cuerpo se movió de forma automática, sabiendo cómo y dónde golpear y como utilizar cualquier tipo de arma. Deduzco que en mi anterior vida debí recibir entrenamiento de combate y aunque mi mente lo haya borrado mi cuerpo tiene memoria propia. También soy bastante buena en lo que a estrategia se refiere, si bien está mal que lo diga yo misma. Ya desde el primer momento en que desperté hace cuatro años mi cabeza empezó a evaluarlo todo: empaparme del entorno, analizar todos los puntos de vista, todas las opciones. Después pararme, pensar y por último actuar, habiendo resuelto con toda esa información cual es la mejor opción. Son cosas que me salen de forma natural, confirmando mis sospechas de haber sido entrenada antes del borrón.
Me reconforta pensar que era y soy una luchadora, y es lo que pienso hacer todos los días de mi vida, no tener miedo y luchar para sobrevivir con la ayuda de L.E.T.O, hasta que encuentre una salida a este mundo, hasta que encuentre otro mundo, ese donde todo es verde y azul, ese donde podré descansar en paz y sentirme yo. Hasta ese día, si estás pensando en hacerme daño, es mejor que no te cruces conmigo. Quizás no sé de dónde vengo, pero tengo muy claro a donde quiero ir.
 Hace tiempo que tenia ganas de escribir algo corto pero que me gustara, y desde que Peck subió una foto de Nebula con la foto del principio del texto (es también la primera foto la que acompañaba la frase) no había podido sacarmelas de la cabeza. Me daba cosa ponerme a escribir sobre ello porque el personaje y la idea son de Peck, pero despues de pasarle un primer boceto me ha enseñado sus apuntes y he hecho algo que se ajusta más a su idea. Y ya que a él le ha gustado, y a mi me gusta más o menos el resultado, he decidido subirlo. Es un primer boceto escrito casi a bocajarro, sin revisar ni nada, pero bueno, espero que os guste.
Pagina de Peck: Peck Fotografia 

¡Nos vemos!


lunes, 8 de septiembre de 2014

Viajando por Japón

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¡Buenas!
Pues como prometí, aqui viene el reporte del mes de Agosto en Japón, y mi segundo mes viviendo en el pais. A principios de Agosto la academia nos dio (y se dio a si misma) dos semanas de vacaciones, que yo quise aprovechar al maximo (más o menos). Pero antes de empezar las vacaciones, tuve semana de conciertos, y es que White Noise estaba de gira por Japón y yo pude ir a tres de los conciertos: Shinjuku, Ikebukuro y Shibuya. Fue bueno ver a amigos de Barcelona después de un mes conociendo gente nueva en tierras nipponas.
El sabado del inicio de vacaciones me fui con mis compañeras de piso a ver un hanabi, o dicho de otro modo, fuegos artificiales. Mi anterior intento como os expliqué acabo frustrado pero esa vez por suerte pude verlos. Nos fuimos a lado de un rio a ser deboradas por los mosquitos y disfrutar de los fuegos.
 Ese mismo dia compré un Seishun18 (más adelante hare un video explicando lo que es) y despues de pasar la noche de fiesta en Roppongi me fui a la estación de Tokyo y puse rumbo a Kyoto. Tardé entre 8 y 9 horas en llegar ya que no podia ir en Shinkansen y tenia que usar los trenes secundarios. Cuando llegué deje la maleta en una taquilla y me fui directa a Nara, pero para mi desgracia empezo a llover y muchas cosas ya cerraban (aquí los templos y demás cierran muy pronto, a las 17h o así). Así que me volvi a Kyoto, busque mi hotel (me quedé en un Capsula Hotel que me salió tirado de precio del que teneis un video aquí) y despues de una ducha a dormir para madrugar al día siguiente e intentar ver todo lo que pudiera. Me levanté con la garganta completamente inflamada y fiebre, pero eso no me impidió visitar. Primero fui al Ginkaku-ji, o Templo del Pabellón de Plata (¡aunque no es plateado!). La verdad es que el templo en sí no es gran cosa, pero lo que vale la pena son los jardines que le envuelven y las vistas desde arriba. Una vez visto, me pusé rumbo al Castillo de Nijō, mi lugar favorito de Kyoto. Tengo predilección por los castillos y ya en España o Europa intento ver todos los que pueda, y la primera vez que vine tenia muchas ganas de ver uno estilo japones. Para quién no lo sepa, Nijō se conserva tan cual estaba cuando se construyó (más o menos). Desde
Nijō fui al Palacio Imperial de Kyoto, que dura una media hora la visita (aunque tuve que esperar a hacer el papeleo y demás para que me dejaran entrar) y finalmente corri al Kinkaku-ji o Templo del Pabellón Dorado (¡Este si que es dorado!) esperando llegar antes de que cerraran (¡Lo conseguí!).  Luego una vez visto me fui a la estación de Kyoto que habia quedado con Mai y Wakka para cenar, que de casualidad estaban en Kyoto.
Al día siguiente tenia intención de ir a Hiroshima pero eran muchas horas de tren y el tiempo muy justo para visitar, así que al final me uní a Wakka y Mai que iban con Portal Japón a ver Fushimi Inari, Nara y Osaka. Cuando llegamos a Fushimi Inari por suerte habia poca gente, pero poco a poco se fue llenando. No hicimos los 4 km de recorrido, sólo un poco para verlo y rumbo a Nara. Me quedé con ganas de probar unos taiyaki de nata y fresa porque la tiend aún no estaba abierta. Tengo que volver. En Nara como dije habia estado el primer dia, pero así acabé de ver algunas partes que no habia visto, como el templo (que es impresionante y muy bonito por dentro), la pagoda y como no más ciervos. ¡Esta vez les di de comer! Aunque luego te persiguen dandote cabezazos para que les des comida son super monos. Eso sí, lo que nadie dice de Nara es que al haber tanto ciervo esta todo lleno de caquitas, así como de cabras (era algo que tenia que decir, lo siento)
 Finalmente fuimos a Osaka, a ver el castillo. Yo me quedé fuera porque ya fui hace 7 años y por dentro es un museo, y no me apetecia volver a ver el museo. Me habría gustado ver las vistas desde arriba pero no iba a pagar sólo por eso. Luego antes de volvernos a Kyoto pasamos por el Pokemon Center de la estación de Osaka.
El último día de mi estancia por esa zona de Japón decidi irme a Kobe a ver a Taka, un amigo japones que habla español. Pensé que estaria ver bien Kobe ya que tenia la ocasión. No hay tanto para visitar como en Kyoto pero tiene un barrio occidental curioso de ver, un mini barrio chino, el puerto que me encantó y algunas cosillas más. Además descubrí que habia un buho cafe al que tengo que ir cuando vuelva (y probar la carne de Kobe).
Para acabar el día tome algo con Taka en un izakaya y me fui rumbo a coger un tren nocturno hacia Tokyo. El tren nocturno fue una mierda, porque son tan inteligentes que dejan las luces encendidas en un tren nocturno donde se supone que la gente espera dormir, así que llegue a Tokyo muerta de sueño, resfriada y con la garganta inflamada. Tenia unas ganas locas de irme a casa y meterme en la cama dos días seguidos, pero como me picaban al salir y no queria desperdiciar un día de tren gratis, me fui del tirón a Nikko. Nikko es precioso pero la verdad es que me pareció excesivamente turistico y caro. Nada más llegar tienes que soltar 2,000 yens de pase de bus, porque si quieres ir a las cascadas te sale más rentable que comprarlos individuales. La idiotez es que ese pase de autobus te sirve para dos dias aunque sólo estes uno (digo yo que podrian sacar un pase de un día por 1,000 yens). Los templos vienen costando 400-500 yens, y el más famoso de Nikko cuesta 1,400. Eso por no hablar de que compramos un pack combinado para dos templos y el segundo templo resultó ser una estafa porque estaba en reconstrucción debido a un problema de termitas y sólo veias las figuras y esculturas que solian estar dentro del templo. Pese a todo, es un sitio que vale la pena visitar. Yo tuve suerte y encontré a dos españoles muy majos con los que pasé el día (hacer turismo sóla es muy aburrido). Aunque vaya, Nikko en sí estaba plagado de españoles.  
Finalmente llegué a casa muerta de sueño, cansancio y enferma y después de caer profundamente en coma en la cama me levanté para ir a Harajuku donde habia quedado con Sarah y su madre, que no la conocia pero que es una mujer la mar de amable y simpatica y que me encantó conocer. Sarah me enseñó algunos rincones de Harajuku, como una tienda de musica de segunda mano que se ha convertido en mi perdición.
Y luego un par de días despues me fui a Kagawoe, la ciudad negra. Durante la II Guerra Mundial pintaron las casas de negro para que el ejercito enemigo pensaran que ya los habian bombardeado, y el truco funciono. Los aviones pensaron que los edificios estaban quemados y no los bombardearon, así que ahora se conservan tal como entonces, aunque es solo una pequeña parte de la ciudad, una calle con varios edificios a los lados. También tiene tres o cuatro templos para ver y un castillo. No es la gran cosa comprado con las otras ciudades de mi ruta pero a mi me gusto mucho.
Un día habia quedado para cenar en Shibuya y como viene siendo habitual en mi de pura casualidad me encontré con White Noise en la estación de Takadanobaba, justo la última noche que estaban en Japón, así que decidi unirme a ellos y despedirme. Fuimos a un bar en Baba donde te ponen unos platos de comida a reventar por nada y menos y la bebida es más o menos barata.
 Este Agosto como he dicho lo he aprovechado bastante. Entre otras cosas un sabado me fui con Kami a un evento gyaru que habia en Shibuya. Ese día aproveche la excusa del evento para arreglarme algo más: lenses, pestañas postizas y un mini peinado sencillo. Como normalmente me levanto tarde y voy directa a la escuela no suelo tener mucho tiempo de arreglarme, pero ese día me levanté con tiempo para prepararme para el evento. Aunque al final tuvimos que pagar (pensabamos que era gratis) y no nos quedamos mucho rato porque era muy pequeño y diferente a lo que pensabamos, fue curioso porque pudimos ver a muchas gyaru de las que ya casi ni se ven, con estilos exagerados y super currados. De Shibuya nos fuimos a Roppongi a cenar en el restaurante Pokemon, pero habia más de 80 minutos de cola y tenias que pagar 500 yens sólo por entrar, así que al final nos fuimos a cenar por ahi y luego a caminar hasta la Torre de Tokyo, y ya para casa.
Aprovechando uno de los días que habia tifón, y un poco hasta las narices de comer a base de arroz y pasta, decidi prepar algo de comida española. La verdad es que me sentó de maravilla. La comida japonesa esta muy buena y todo eso, pero tampoco es agradable cambiar completamente de habitos de golpe. Además soy un poco delicada para las comidas y muchas cosas no me gustan. Mis padres y mi hermano se pensaban que no iba a ser capaz ni de hacerme un huevo frito, pero como veis, se equivocaban.
 Por cierto no lo he dicho pero en Roppongi volviendo de fiesta hicimos unos amigos muy especiales, ¡Una invasión de Doraemons! Al ser las cinco de la mañana habia luz y se podian hacer fotos pero por suerte no habia nadie (el día que fui con Kami estaba a reventar de gente)
Aunque sin duda lo mejor del mes de Agosto fue la BEAST PARTY 2014 de VAMPS. Compré las entradas nada más salir en Julio y estaba muy ilusionada por ir. El último de los tickets del Seishun18 lo gasté en ir hasta Nagaoka, aunque por cuestión de tiempo a la vuelta tuve que comprarme un billete de shinkansen. En la estación conoci a una japonesa muy simpatica más o menos de mi edad y a su amiga, y nos fuimos juntas hacia el autobus que te lleva a la BEAST. Allí apenas nos dio tiempo de comprar los goods que queriamos (fueron más de una hora de cola), comer algo y poner rumbo a nuestros sitios en el concierto. A mi me tocó un numero algo alejado así que al final me fui a una colina que habia detrás y lo vi desde allí. La pena es que estaba muy lejos y tenia que mirar las pantallas y no suele gustarme. La experiencia fue increible, pero disfrute mucho más los dos conciertos en Apolo.